viernes, 14 de septiembre de 2007

Y otro porqué...


¿Por qué nos gusta lo que nos gusta? Todos tenemos un pasado, influencias familiares, educacionales, de los amigos; experiencias de toda índole que van delimitando nuestro camino. A cada segundo tomamos decisiones, y por cada decisión que tomamos estamos descartando las otras infinitas posibilidades que se nos ofrecen. No voy ni a intentar recorrer el camino inverso hasta hallar el porqué de mi pasión por la música persa, pero no deja de ser curioso que uno acabe absorbido por una cultura tan ajena, al menos en apariencia, a la propia y a las propuestas mayoritariamente ofrecidas por el contexto social o cultural en que cada uno se mueve. Sin embargo, algo debemos llevar en algún lugar de nuestro cerebro, alma, espíritu o como se le quiera llamar; algo que resuena, que se hace eco de ciertas cosas y no de otras, que nos sirve de criterio a la hora de seleccionar aquello que se convertirá en nuestra pasión (o pasiones).
Mañana seguiremos, que hoy no estoy para muchas historias.

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