jueves, 27 de septiembre de 2007

Más allá del umbral

El "Convento dos Capuchos", que se encuentra cerca de Sintra, junto a Lisboa, es uno de los lugares más inquietantes que recuerdo haber visitado. Rodeado de una vegetación frondosa y exuberante, es un recinto angosto y oscuro, de paredes cubiertas de corcho, pasillos estrechos y puertas diminutas. Su austeridad decorativa apenas se rompe con detalles como cruces hechas de conchas y alguna calavera incrustada en la pared. Cuesta creer que los corazones de los monjes pudieran albergar paz alguna viviendo en semejante lugar, y sólo concibo posible un sentimiento de congoja y angustia permanente. Observo la fotografía y me pregunto adónde conducirá esa puerta, ese hueco que parece esperar la ocasión de tragarte como un desagüe, o de transportarte a las entrañas de Dios sabe qué remoto y olvidado paraje.

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