martes, 8 de julio de 2008

Magia potagia o el clic de la cuestión

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero sin llegar a tales extremos, me parece que lo penúltimo que deberíamos perder es la capacidad de asombro. Y eso es lo que me sucede a mí con la fotografía, que no deja de sorprenderme, que no me acostumbro -ni quiero- a encontrarme con resultados inesperados. Claro, es que yo soy un antiguo y sigo utilizando, aunque cada vez menos, esas reliquias llamadas carretes, que hasta que no salen del laboratorio no sabes qué has fotografiado realmente. Y aunque yo estaba allí, y procuro ser muy cuidadoso en el encuadre, y tengo algo de experiencia en imaginar cuál será el resultado, lo cierto es que el momento de positivar -aunque sea digitalmente- siempre es una revelación. En este caso, mi sorpresa viene provocada por la capacidad de la imagen fotográfica de transformar la realidad. Puedo asegurar que lo que había ante mis ojos era bastante anodino, y de hecho me consta que cientos de personas pasean por ese lugar sin prestar la más mínima atención a la escena, sin dirigir ni una mirada de soslayo. Por qué me detuve a hacer esta foto es casi un misterio. Supongo que es instinto o intuición, o ese no perder la esperanza de que surja la magia, el milagro alquímico que transmutará unas aves de corral en un ballet atemporal, una tarde solitaria de domingo, un paseo desesperado, en un encuentro con el absoluto enigma del tiempo, que se detiene para siempre sin dejar de correr hacia el infinito pozo sin fondo de la eternidad. Supongo que la verdadera razón por la que se produce ese fenómeno permanecerá oculta, y que tendremos que seguir confiando en que no nos abandone ese séptimo sentido que nos permite ir, de vez en cuando, un poco más allá de lo obvio.
Mientras tanto seguiremos observando estas imágenes que nos muestran la engañosa esencia del tiempo que no cesa, como un reloj de arena que, justo antes de dejar caer el último grano, gira para empezar de nuevo su hipnótico fluir.
Y a vivir, que son dos días.

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