jueves, 5 de junio de 2008

Nosce te ipsum

Nunca he podido presumir de leer mucho, pero sí de leer "bien", es decir, de elegir bien las lecturas y de esforzarme por entender y, sobre todo, aplicar lo entendido. Como dicen los sabios, aquél que posee conocimiento y no lo pone en práctica es como un burro cargado de libros. Eso no quiere decir que yo no sea un burro, que quede claro. Pero al menos soy un burro que de vez en cuando se mira al espejo para ver cómo le asoman las orejas por debajo del sombrero.
En fin, que como ando un poco empanado, hoy me permito ofreceros un fragmento de uno de esos libros-tesoro que me permito recomendar sin reservas a todo el que tenga un mínimo interés en saber cómo funciona ese extraño bicho llamado ser humano. El título es "Aprender a vivir" y su autor, cómo no, el sabio José Antonio Marina (a quien pido disculpas por citarle sin su permiso).
"La gran innovación de la inteligencia humana, lo que la sitúa en un nivel distinto del comportamiento animal es su capacidad para dirigir la acción no sólo mediante los valores sentidos en la emoción o el deseo, sino mediante valores pensados, es decir, valores que reconoce sin sentirlos. Pondré un ejemplo muy elemental. No hay que explicarle el valor del agua a un sediento, porque lo está experimentando acuciantemente en su sed. Pero suponga el lector que un nefrólogo le recomienda beber al día cinco litros de agua para proteger su riñón. En ese caso no va a experimentar el valor del agua, porque tendrá que beber sin sed, lo que es una tarea ardua. Beberá porque conoce el valor de ese acto, aunque no lo sienta. Este doble modo de guiar la acción - mediante valores sentidos y mediante valores pensados - es la gran palanca de nuestra liberación. (...) La calidad de los valores elegidos acabará determinando la calidad del proyecto, de la personalidad y de la vida entera. Los hábitos operativos integrados en el carácter sólo nos ponen en buenas o malas condiciones para seguir nuestros proyectos, pero la dignidad del proyecto depende de la dignidad de sus valores. (...) La calidad de la vida depende de la calidad del criterio que utilicemos."
Y para terminar: "La sabiduría es el talento para hacer las preguntas adecuadas y buscar las buenas respuestas, es la poética del vivir".
Amén.

No hay comentarios: