lunes, 9 de marzo de 2009

Volando voy...

A causa de mi sentido de la responsabilidad paterna, me he pasado el fin de semana dibujando superhéroes de toda índole. Supongo que de la propia saturación, hoy he continuado con la tarea mientras tomaba apuntes - como en los tiempos del instituto. No quisiera caer en la nostalgia, pero es objetivamente cierto que cuando era un niño la cosa era más fácil. Y eso que ya eran legión: Superman, Spiderman, Batman, La Patrulla X, Los Cuatro Fantásticos, Thor, El Capitán América, El Hombre de Hierro, Estela Plateada, Namor, Linterna Verde, La Masa, Dan Defensor, Flecha Verde (tal vez primo de Linterna), El Hombre de Bronce ( el de hojalata es de otra historia) y unos cuantos más. Pues el caso es que me parecía que ahora había demasiados, pero no sé... Está muy bien, porque así hay donde elegir. Lo curioso es observar cómo han ido evolucionando. Porque, en general, los conflictos internos de los de antaño eran bastante del montón, comparados con los actuales. Lo de tener una doble identidad siempre ha supuesto un problema, como es natural. Para Clark Kent era bastante fácil, sobre todo por la evidente miopía de los que trataban con él a diario. Peter Parker (que, por cierto, también trabajaba para un periódico, como Clark) era un poco más conflictivo, pero los dos tenían en común sus difíciles relaciones sentimentales. Supongo que es complicado vivir entre dos mundos. Que no se me olvide comprar bolsas de basura, pan de molde, llevar al gato al veterinario y... ¿qué era lo otro?... ¡Ah, sí, destruir al Duendecillo Verde! (¿será también pariente de Linterna y Flecha?).
Pero hoy en día son todos seres atormentados, siempre al borde del abismo existencial, retorcidos, oscuros y con un aura algo morbosa (caramba, como yo en mis días malos). Que te acabas preguntando cómo serán los villanos, si estos son los buenos. Se diría que originalmente no tenía cabida la ambivalencia moral: los héroes son el símbolo de la lucha del Bien contra el Mal. Y al final le dan el Oscar al Joker.
Y por si fuera poco llega Watchmen, la película. Reconozco que estos me pillaron fuera de juego. Tras mi etapa de tebeos Marvel, llegaron Totem, Boomerang, 1984, Blue Jeans, Metal Hurlant, Comix Internacional, etc, y se acabaron los súper para mí. Salieron por la puerta de atrás para dejar paso a Corto Maltés, Torpedo, La Taberna Galáctica, El Garaje Hermético, Mundo Mutante, Mort Cinder... y una lista interminable.
Así que me encuentro con esa galería de personajes desconocidos y a cual más raro. En palabras de Nicolás (tres años y medio), uno es una vaca con sombrero y pistola, y otro es azul clarito y no tiene ropa. A ver cómo se lo explico.
Los tiempos cambian y los héroes también. Normal.
En fin, siempre nos quedará SuperLópez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy orgulloso pero hoy me he visto "Crepuspulo". Ahí tienes a los nuevos superhéroes de las feminas. Supermanes con colmillos asesinos, que te hacen el amor succionandote la vida.

Los superhéroes simpre existirán, porque tenemos la necesidad de soñar con super-principes y super-princesas. Les den forma de vaca, de murcielago, o de Enjuto Mojamuto.

bogormu dijo...

¿Enjuto un superhéroe? Estar tantas horas delante del ordenador tiene mérito, pero tanto como heróico no sé si es... Pero sí, cada cual tiene sus héroes. Los míos son muy raros, y los mantengo en secreto.